top of page
  • YouTube
  • Facebook
  • Instagram
  • TikTok

LA PUERTA ANGOSTA

ree


En el evangelio de Mateo 7:13-14. El Señor nos dice:


Entrad por la puerta estrecha: porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a perdición, y muchos son los que entran por ella.

14 Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”.


El Señor Jesús nos está mostrando dos caminos destinos. 


Uno dirá, que muchos son los que entran por esa puerta ancha y espaciosa, que es el camino que conduce a la perdición y, por otra parte, el otro nos dice, que muy pocos transitan por la puerta estrecha que es un camino angosto, que nos lleva a la vida, y termina diciendo el Señor: “pocos son los que la hallan”.


El Señor nos da una referencia clara y nos hace pensar, para que decidamos, que puerta y que camino escoger.

 

En el evangelio de Juan 14:6 

Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí”. 


Moisés en el Antiguo Testamento vemos como le dice al pueblo: 


Deuteronomio 30:19. 

A los cielos y la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición: escoge pues la vida, porque vivas tú y tu simiente”.


Es claro que el Señor Jesús no quiere que nadie se pierda, porque él quiere que tengamos vida eterna.


Otro ejemplo que nos hacen pensar, es el caso del profeta Jeremías:


Jeremías 21:8. 

Y a este pueblo dirás: Así ha dicho Jehová: He aquí pongo delante de vosotros camino de vida y camino de muerte.


Definitivamente Dios nos da libre albedrío para elegir el camino que queremos seguir. Otro ejemplo lo encontramos en el libro de Josué, que fue el que sucedió a Moisés, el cual, juntando a todas las tribus de Israel y a los ancianos y príncipes, dijo al pueblo:

 

Josué 24:14-15 

Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron de es otra parte del río, o a los dioses de los Amorrheos en cuya tierra habitáis: que yo y mi casa serviremos á Jehová”.


Otro ejemplo, cuando Elías dijo al pueblo en el monte Carmelo en: 


1 Reyes 18:21. 

Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.


Que no nos pase lo mismo que cuando nos pregunten a quien quieres seguir a Dios o al mundo y no podamos responder y nos quedemos callados, por no poder decidir, porque somos tibios, como lo dice en libro del Apocalipsis 3:15.

"Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni caliente. ¡Ojalá fueses frío, o caliente!"


Estos ejemplos que Dios nos muestra, nos ayuda a elegir y nos alienta. 


Como lo muestra el evangelio de:  Lucas 13:24-25.

“Porfiad o sea (insistir) a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. 25 Después que el padre de familia se levantare y cerrare la puerta, y comenzareis a estar fuera, y llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, y respondiendo os dirá: No os conozco de dónde seáis”. 


Esta puerta a la que el Señor Jesús se refiere, es Él mismo. Como lo refiere el evangelio de:  Juan 10:9. Cuando dice el Señor Jesús.  

Yo soy la puerta: el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 


Por lo tanto, no hay otra puerta y no hay otro camino, Juan 10:1

"De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, mas sube por otra parte, el tal es ladrón y robador".


Ahora bien, si Dios proveyó de una puerta y un camino, entonces ¿por qué buscamos otro? 

La respuesta es que la gente no quiere ser dependiente del Señor, sino que ellos quieren su independencia, porque no les gusta sentirse atados.

 

El árbol, en el Edén, representaba un límite, y el tener que someterse a las reglas de Dios, implicaba vivir de manera dependiente.

Cada uno ha querido imitar tanto la desobediencia de satanás, como la de Adán. El profeta Isaías 53:6. Nos refiere:

Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino…


Esto significa, que algunos que después de haber dejado de entrar por la puerta ancha, que nos lleva a perdición, y que ahora entramos por la puerta angosta que da vida, nos da por salir y querer entrar y andar de vez en cuando, por la puerta ancha.


Y esto se debe por nuestra ignorancia o sea por la falta de entendimiento en nosotros, que aún, vivimos la influencia de este mundo. 


Hay una sola explicación por esa conducta; si al caminar por los caminos de Dios, no sometemos, nuestra vida por completo a Él, nuestro Yo, encontrará la manera de rebelarse.

 

La puerta de la vida es angosta (estrecha) y por lo tanto con muchos obstáculos. El otro camino es la puerta ancha que nos permite entrar y caminar por ella, y eso la hace un camino que nos lleva a la perdición. 


Conclusión:


Hermanos y amigos, tengamos cuidado, Ahí está la puerta que es angosta para poder entrar por ella y encontrar la salvación. Porque

“no hay ningún otro nombre debajo del cielo por medio del cual podamos ser salvos”. Hechos 4:12


La puerta es angosta porque no, permite vivir con egoísmo, tenemos que considerarlo. Es así, porque se requiere que vivamos como verdaderos siervos de Dios. Es angosta porque tenemos que morir a nosotros mismos. 


Es angosta porque no permite caminar con todos los placeres de este mundo; por lo tanto, esto demanda que tenemos que renunciar a esos placeres, para que nos lleve a una vida de plenitud, y descubriremos que esa plenitud es de gozo y gozo para siempre.


Dios nos enseña que hay una elección que necesitamos tomar, una elección que da una finalidad eterna.

 

Y mientras leemos las palabras y las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo, todavía tenemos oportunidad, pero no esperemos que sea demasiado tarde; por lo tanto, su predicación nos conduce a una elección que debemos tomar, mientras todavía halla tiempo. 


Porqué, sólo hay una oportunidad para nosotros y sólo hay dos opciones, no muchas, sólo dos. Hay un camino angosto con una puerta estrecha. Y un camino espacioso, amplio con una puerta ancha. 


Dos caminos: la vida y la perdición; y de dos grupos de personas, los muchos y los pocos. 


Por último, recordemos, sólo hay una manera de ser salvos y alcanzar la vida eterna, y esta es: por medio de nuestro Señor Jesucristo, por lo tanto, la fe en Él y la obediencia será necesaria para poder entrar.


“Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”.


Quiera Dios, que podamos ser de esos pocos que la hallan.




Diac. Alberto Hernández Santibáñez




Dios te bendiga!!



 
 
 

Comentarios


bottom of page